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¿Cómo ser más productiva? 8 trucos para dejar de procrastinar

Si te distraes con cualquier cosa o te cuesta la vida acabar cualquier tarea a no ser que tengas la fecha de entrega en las narices, no estás sola. Somos muchas a las que la productividad no siempre nos acompaña y acabamos procrastinando hasta el infinito y más allá. Como sabemos que no somos las únicas, hemos hecho este artículo en el que te vamos a enseñar cómo dejar de procrastinar y ser más productiva (sea con las entregas, los estudios o con la vida en general) utilizando unos truquitos que podemos asegurar que nunca fallan.   

 

¿Cómo ser más productiva en el trabajo?

La pregunta del millón, sobre todo para las que trabajamos en sectores creativos. Aprovechar el tiempo al máximo cuando dependes tanto de factores externos y contextuales como la dificultad del encargo, lo fresquita que esté tu mente ese día o el plazo de entrega es algo bastante complicado. No obstante, eso no quiere decir que no existan truquitos para evitar los episodios de ansiedad, las frustraciones e incluso todas esas acciones que te han hecho ser menos productiva durante tu jornada laboral. 

 

Aquí encontrarás 8 trucos que utilizamos en nuestro día a día y que te ayudarán a evitar eso y, por lo tanto, te harán ser más productiva en el trabajo. 

Una gamba en una silla de escritorio

1- Descansa los ojos y paséate

Estar 8 horas pegada a la pantalla del ordenador sentada de una forma cuestionable no te hará rendir más. Quítate la idea de la cabeza de que, cuantos más minutos pases tecleando, más productiva eres, porque tanto tus ojos como tu cerebro necesitan descansar de vez en cuando. 

 

Para cuidar tu vista, evitar que tus ojos se sequen y que no veas tres en un burro, intenta seguir la norma 20-20-20: cada 20 minutos delante de la pantalla, descansa la vista durante 20 segundos mirando a una distancia de unos 20 pasos (15 metros en cristiano). No es ninguna novedad que la luz azul no es muy buena que digamos para la vista, pero a las que trabajamos delante del ordenador no nos queda otra que recurrir a este tipo de trucos. Seguir la norma es una fantasía, pero 20 segundos no serán suficientes para despejarte del todo y acabas bloqueándote unas horas más tarde. Por eso, además de esta norma, de vez en cuando también levántate de la silla para airearte y evitar el dolor por el culo carpeta que se te queda de estar sentada tanto tiempo. 

 

Darte una putivuelta por la ofi o por tu casa te ayudará a aclarar la mente y retomar el trabajo más fresca si estás estancada con una traducción. Ahora se habla mucho sobre métodos de estudio como el Pomodoro y esto es básicamente lo mismo: cada cierto tiempo, descansar los ojos y la mente para retomar mejor el trabajo o el estudio. Además, en esos parones, puedes aprovechar para estirar un poquito y así incluso evitar que te duela tanto la espalda (porque dolerte te va a doler igual si te sientas como una gamba).

Captura de pantalla de una escena de Bob Esponja en la que Patricio acaba de hacer una lista de cosas que hacer y solo estaba apuntado

2- Haz una lista de tareas

¿Hay algo más placentero que tachar una tarea cuando la has acabado? Lo dudamos. Sabemos que parece bastante obvio, pero hacer listas detalladas con las tareas que tienes que hacer cada día puede ayudar muchísimo a tu productividad. Está claro que cada una tiene sus métodos y que también está muy bien solo apuntarse en el calendario la fecha de entrega o el proyecto que tienes que hacer cada día para no agobiarse con listas interminables. Sin embargo, hacer listas con tareas más detalladas puede ayudarte mucho más, ya que no solo te liberan de acordarte de cada cosa que tienes que hacer, sino que también te ayudan a: 

  • Motivarte.
  • Ser más consciente del trabajo pendiente.
  • Priorizar las tareas y, por lo tanto, a estructurar mejor el día.
  • Focalizarte mejor (amigues con TDA, no os estamos descubriendo nada nuevo).

4- Aprovecha los momentos en los que te sientas una pedazo de reina

Cuando veas que no puedes parar de traducir cual reina, pues NO PARES. Al igual que recomendamos descansar cuando te sientes estancada o con el cerebro derretido, aprovecha esos momentos de lucidez traductoril en los que te salen juegos de palabras sin cesar, ajustas que te cagas y no hay problema de segmentación que te fastidie un subtítulo. Cuando ya pares de teclear a la velocidad del rayo, descansa un poco la vista y el cerebro, que estará echando humo. 

Un gatito llorando acostado y tapadito

5- Pero también los que estás de bajón

Al igual que cuando estás on fire está bien aprovechar esos momentos de máxima lucidez, también hay que ser consciente de los momentos de bajón. Cuídate y, si no te encuentras bien y ves que las cosas no avanzan como quieres, no te fustigues. Forzarte a trabajar a un nivel al que no puedes llegar puede que haga que alargues ese malestar más días o, incluso, que cuando te pongas a revisar el trabajo hecho ese día que no te encontrabas muy bien veas cosas mal hechas que mermen tu confianza e incluso te hagan retrasarte por tener que rehacerlo todo. 

 

Recuerda: NO ERES UN ROBOT. Cada día es diferente y no pasa nada. Obviamente, si te pasa un día antes de la entrega no podrás tomártelo con más calma, pero si puedes permitírtelo, no te fuerces. 

6- Aprende a decir que no

Cargarte de trabajo a veces no es tan buena idea. Aunque la teoría nos la sabemos de memoria (más trabajo = más agobio = menos productividad), muchas veces cogemos encargos por miedo a no tener nada el mes que viene. Prioriza tu salud mental y piensa que siempre es mejor (sobre todo con clientes nuevos) entregar un solo trabajo de calidad que tres que podrías haber hecho mucho mejor. No vas a ser más productiva por tener más carga de trabajo.

 

7- Aunque falte mucho para la entrega, hazlo

Lo típico de «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy» es una frase que todas tenemos grabada en la mente pero que aplicarla… ya si eso. No caigas en la trampa de «todavía queda un montón» e intenta hacerlo todo cuanto antes dentro de tus posibilidades. Así podrás trabajar con más tranquilidad, sin menos agobios y, por consiguiente, tener menos momentos de crisis que te harán menos productiva.

 

8- Busca trucos para ganar tiempo

Cada segundo cuenta, y si hay algo que te hace ganar un montonazo de segundos al día son los atajos de teclado. Sí, sabemos que cuesta acordarse de todos y que esos momentos de buscarlos y apuntarlos pueden quitarte tiempo, pero a largo plazo hacen que trabajes con muchísima más agilidad y comodidad y, por lo tanto, te harán ser más productiva. 

 

Apps para ser más productiva

Además de los truquitos, ya existen apps que están específicamente creadas para ayudarte a ser más productiva sea porque te ayudan a organizarte o porque eliminan esos estímulos que no dejan concentrarte. Nosotras os recomendamos estas tres:

 

Herramientas de gestión de tiempo

Ya hemos hablado de las herramientas de gestión de tiempo y lo maravillosas que son, así que no nos vamos a extender mucho; pero ser consciente de cómo utilizas el tiempo y cómo te organizas las jornadas es clave para ser más productiva. Algo tan simple como priorizar tareas, escoger las más mecánicas para hacerlas después de comer que estás más cansada o saber cuánto tardas en hacer ciertos encargos hará que tu organización sea mejor y, por ende, que aproveches mejor el tiempo siendo más productiva. 

 

StayFocused

Si tu problema es coger el móvil cada vez que te agobias o porque necesitas estímulos cada 15 minutos, esta app te vendrá como mano de santo. Es una app que bloquea tu acceso a ciertas aplicaciones durante el tiempo que tú quieras. ¿Que quieres entrar a TikTok cuando te quedan 5 minutos por subtitular? Pues no podrás. ¿Que has recibido un WhatsApp y sientes la necesidad imperiosa de contestarlo? Pues no, mi ciela. No podrás contestar. La app perfecta para cuando no podemos más o hay poco autocontrol.