Para ser una traductora audiovisual no es suficiente con saber varios idiomas y haber estudiado la carrera. Todas las buenas traductoras audiovisuales tienen una serie de características comunes que las hacen buenas profesionales. ¿Cuáles son? Pues para nosotras son cinco las aptitudes de un traductor audiovisual, y aquí te las contamos.
¿Qué son las aptitudes?
Muchas veces se confunden las habilidades con las aptitudes, así que mejor saber la diferencia. Mientras que las habilidades se pueden aprender a través de la experiencia, aprendizaje o incluso la repetición, las aptitudes son capacidades innatas en el profesional. Por ejemplo, algunas de las habilidades más comunes de las traductoras son las habilidades lingüísticas (vamos, saber varios idiomas y controlar al dedillo su lengua materna), las organizativas (ser un caos en esta profesión puede traerte malas pasadas) o las cognitivas, como la atención al detalle y la capacidad de análisis y síntesis.
Obviamente, podemos forzarnos a tener aptitudes. Como veréis (vamos a hacer un pequeño spoiler), mencionamos la creatividad como una de las aptitudes de un traductor, y la creatividad se puede desarrollar y potenciar con la práctica. Así que, si no consideras tener algunas de las aptitudes de las que hablamos, no te desanimes, siempre se pueden aprender.
Las cinco aptitudes de un traductor audiovisual
Ahora que ha quedado clara la diferencia entre habilidades y aptitudes, podemos entrar en materia. Para nosotras, después de muchos años de experiencia (sobre todo tutorizando a alumnes), nos hemos dado cuenta de que existen una serie de aptitudes que, si las tienes, te convierten en una gran traductora audiovisual.