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Subtitulado

¿Qué aptitudes tiene que tener un traductor audiovisual?

Para ser una traductora audiovisual no es suficiente con saber varios idiomas y haber estudiado la carrera. Todas las buenas traductoras audiovisuales tienen una serie de características comunes que las hacen buenas profesionales. ¿Cuáles son? Pues para nosotras son cinco las aptitudes de un traductor audiovisual, y aquí te las contamos.

 

¿Qué son las aptitudes?

Muchas veces se confunden las habilidades con las aptitudes, así que mejor saber la diferencia. Mientras que las habilidades se pueden aprender a través de la experiencia, aprendizaje o incluso la repetición, las aptitudes son capacidades innatas en el profesional. Por ejemplo, algunas de las habilidades más comunes de las traductoras son las habilidades lingüísticas (vamos, saber varios idiomas y controlar al dedillo su lengua materna), las organizativas (ser un caos en esta profesión puede traerte malas pasadas) o las cognitivas, como la atención al detalle y la capacidad de análisis y síntesis.

Obviamente, podemos forzarnos a tener aptitudes. Como veréis (vamos a hacer un pequeño spoiler), mencionamos la creatividad como una de las aptitudes de un traductor, y la creatividad se puede desarrollar y potenciar con la práctica. Así que, si no consideras tener algunas de las aptitudes de las que hablamos, no te desanimes, siempre se pueden aprender. 

 

Las cinco aptitudes de un traductor audiovisual

Ahora que ha quedado clara la diferencia entre habilidades y aptitudes, podemos entrar en materia. Para nosotras, después de muchos años de experiencia (sobre todo tutorizando a alumnes), nos hemos dado cuenta de que existen una serie de aptitudes que, si las tienes, te convierten en una gran traductora audiovisual. 

Un gato delante de un portátil

Curiosidad

Esta aptitud es ESENCIAL para ser una buena traductora audiovisual. Todos sabemos qué es un falso amigo y en nuestras redes hemos hablado muchísimas veces sobre lo difícil que es encontrar un buen equivalente o la expresión que suene natural. También hablamos mucho sobre los procesos de documentación que tenemos que hacer para TODO proyecto que nos llegue, pues la temática no es solo lo que tenemos que adaptar (sociolecto, geolecto, etcétera). Tener esa curiosidad innata por investigar es algo esencial para hacer una buena traducción. 

Resolución de problemas

El trabajo de una traductora audiovisual (o de cualquier especialidad) es sinónimo de tener que resolver problemas cada 15 minutos. Si no es porque hay un término para el que no encuentras equivalente que te pegue, es porque no encaja el subtítulo o porque transcribir está siendo tan complicado que ya no sabes qué hacer con el audio, y eso por no hablar de los posibles problemas que pueda haber con los archivos. Por ello, ser una persona resolutiva siempre es una aptitud que hay que tener en cuenta en los procesos de selección. 

Bob Esponja pensativo delante de una libreta.

Creatividad

Aunque la traducción audiovisual se vea muchas veces como un trabajo mecánico, nada más lejos de la realidad. Traducir es una tarea que requiere de muchísima creatividad, no solo cuando se traducen canciones o poemas, sino en tareas tan sencillas como reformular para que quepa en boca o en un subtítulo y suene natural, hacer que la traducción de una comedia sea tan graciosa como la original o escoger las palabras perfectas en una escena dramática. Si la traducción audiovisual fuera simplemente traducir palabra por palabra, las películas no nos calarían tanto.

Adaptación

En este caso, sobre todo tecnológica (y NO, NO NOS REFERIMOS A LA IA). Hace no tantos años, las traductoras utilizábamos muchos recursos en papel y los programas de traducción y, en especial, de subtitulado no eran ni la mitad de potentes que los que tenemos hoy en día. Por ello, una de las aptitudes esenciales de una traductora audiovisual es la capacidad de adaptación tecnológica. Ya no sobra con controlar el paquete Office: si quieres ser traductora audiovisual, tendrás que estar familiarizada con los programas de subtitulado que hay y adaptarte fácilmente a las nuevas funcionalidades y a los que pueden ir apareciendo en un futuro. 

Además, aferrarse a los recursos en papel cuando tenemos INTERNET es algo que puede entorpecerte más que ayudarte. Saber hacer búsquedas en Internet, conocer nuevos recursos online e incluso utilizar las redes para resolver dudas es algo a lo que todes nos hemos adaptado y que ha sido maravilloso.

Ilustración de un perro tomándose un café con la mirada perdida mientras su casa está literalmente en llamas. Él dice:

Paciencia y entereza

La traducción es muchas veces un oficio muy frustrante y no solo por las épocas en las que llega poco trabajo o por las peleas con clientes por las tarifas. Traducir requiere de mucha paciencia. Hay días en los que todo sale rodado y que no encuentras ni un solo problema, pero no es lo normal. La traducción audiovisual requiere de mucho tiempo no solo dedicado a documentarse, traducir y resolver problemas, sino también a solucionar problemas técnicos y revisar mucho. Lo que parece un trabajo de un día (para muchos clientes para ayer) suele ser un encargo bastante más costoso. 

A todas estas aptitudes, añadiríamos confianza o seguridad en una misma, pero ¿acaso hay alguna traductora audiovisual sin síndrome de la impostora? A veces dudar un poco de ti misma hace que revises con mucho más detalle la traducción y, aunque nos gustaría deshacernos de esa mentalidad, le damos la vuelta para que nos beneficie. 

 

¿Y tú? ¿Tienes todas las aptitudes de una traductora audiovisual?